Este blog y otros similares han pensado acerca de las mujeres en ingeniería y lo maravilloso que es para nosotros estar con ellas. Quiero hablar sobre algo que he experimentado que dio un nuevo giro a las razones por las que las empresas deberían contratar y promover a las mujeres ingenieros. No todas las mujeres ingenieros estarán de acuerdo con esto, pero hay algo que decir acerca de las habilidades sociales inherentes que poseen las mujeres y cómo se puede utilizar esto en beneficio del equipo del proyecto.
Una de las primeras mujeres ingenieros en la industria de la construcción en Colombia me dijo que una mujer ingeniera siempre debería llevar un guante de boxeo en una mano y un guante de terciopelo en la otra. Bueno, hasta ahora, la mayor parte de mi carrera me ha involucrado con el uso del guante de boxeo.
En mi primer proyecto con mi compañía, estaba ansioso por ganarme el respeto dentro del equipo como ingeniero de proyectos. En algún punto del camino, comencé a hacer más conexiones con el cliente. Coordiné y acompañé al equipo de Clientes a las visitas al sitio, me reuní con personas para solucionar situaciones difíciles y gestioné su (muy larga) lista de cambios y correcciones en la planta. Cuanto más trabajé en este rol, más me gustó, asi mi patrocinador del proyecto me asignó a estas tareas.
¿Fue esta ingeniería dura? No, en realidad no lo era. Las decisiones de ingeniería dura todavía se tomaron entre los ingenieros correspondientes de su equipo y el nuestro. Sí, me perdí la dura ingeniería de estar en el sitio y hacer que las cosas sucedieran, y el ritmo y el impacto de la ingeniería de proyectos. Pero hay un cierto nivel de conocimientos técnicos necesarios para interactuar con el equipo técnico de un Cliente, lo que hizo necesario que un ingeniero lo hiciera. Y en algún punto del camino, supongo que alguien se dio cuenta de que podría ser bueno en esto.
Teniendo un equipo de clientes realmente grande (al lado de 20 personas) fue realmente difícil gestionar cada solicitud y expectativa. Volé a la ciudad del proyecto varias veces para reunirme con individuos y grupos para asegurar que se los atendiera personalmente. Realmente puse mi corazón en esto, ya que pude ver su efecto en el proyecto y nuestra imagen como empresa. Encuentro que muy a menudo, olvidamos el impacto de la imagen que retratamos a nivel de base después de que se vende un proyecto.
Con la finalización del proyecto y antes de que lo hiciera, recibí muchas llamadas de los miembros del equipo de nuestro Cliente para despedirnos y desearnos buena suerte. Aunque, sinceramente, probablemente hice menos por la ejecución del proyecto que cualquier otro ingeniero del equipo, fue increíble escuchar los comentarios que recibí. Al contemplarlo, me doy cuenta de que esto es algo que tal vez falta en las consultorías de ingeniería. Equilibrar las relaciones del Cliente con el progreso del proyecto es una función de PM, pero con la cantidad de tiempo que un PM debe dedicar a la ejecución del proyecto, tampoco puede darse el lujo de atender las solicitudes y preocupaciones de todo el equipo del Cliente.
Las ingenieros femeninas son ideales para este papel que requiere carisma, así como una destreza técnica, profesionalidad y encanto. Al ser, en su mayor parte, mejores comunicadores que hombres, menos intimidantes y más complacientes, las mujeres en la interfaz del cliente pueden remodelar la imagen de una empresa. Las mujeres con buenas habilidades interpersonales pueden ser capacitadas para trabajar en la cima de las interacciones técnicas, de proyectos y sociales, perfectas para establecer relaciones con los clientes en una industria con mentalidad técnica. Su conjunto único de habilidades ligadas a su feminidad puede ser una gran ventaja para sus carreras y esto debe ser aprovechado por los gerentes de proyecto y los patrocinadores.